miércoles, 2 de noviembre de 2011

Condrosarcoma

El condrosarcoma es la segunda neoplasia ósea más frecuente de los tumores óseos primarios malignos. Representa la cuarta parte de todos los tipos de sarcomas primarios. El comportamiento de este tumor es variable, desde una forma de crecimiento lenta con pocas posibilidades de metástasis a una forma agresiva sarcomatosa con gran posibilidad de hacer metástasis. Es precisamente su crecimiento lento lo que dificulta su diagnóstico precoz tanto desde el punto de vista clínico como imagenológico. 


Se pueden clasificar de varias formas, de acuerdo con el origen, la localización y el 
grado histológico.
1. De acuerdo con el lugar donde se originan: 
Primarios: central o convencional, juxtacortical, mesenquimal, diferenciado, 
condrosarcoma de células claras.
Secundarios: central encondroma, encondromatosis múltiple - enfermedad de 
Ollier, síndrome de Maffucci, periférico osteocondroma, osteocondromatosis 
múltiple. 
2. De acuerdo con la localización: central medular y periférico 
3. De acuerdo con el grado histológico: 
Bajo: 1er. Grado.
Intermedio: 2do. Grado.
Alto: 3er. Grado


Predomina en la quinta y sexta década de la vida. Es un tumor muy raro por debajo de los 45 años aunque se han reportado casos, incluso en niños. Por otra parte el condrosarcoma secundario se presenta en edades más tempranas. Tiene predilección por el esqueleto axial, ocupa hasta 45 % de los casos, como en la pelvis costillas aunque el ilion, fémur y humero son los huesos. Este tumor es muy raro en lo huesos craneofaciales y la columna. Sin embargo el condrosarcoma secundario es más frecuente en el esqueleto apendicular, muy especialmente en zonas cercanas a la cadera y en la rodilla.


Condrosarcoma de Femur



Rx Condrosarcoma Convencional de Femur. 






Rx Frontal y Lateral. Condrosarcoma convencional de Metartasiano




TC de pelvis. Condrosarcoma convencional de acetabulo





El condrosarcoma constituye un tumor óseo de características muy variadas desde los puntos de vista clínico, radiológico e histológico, hecho este que obliga a conocer sus rasgos particulares para determinar la estrategia a seguir en estos enfermos, que en la mayoría de los casos presentan un desarrollo indolente de la enfermedad. Teniendo en cuenta todos estos elementos y un alto índice de sospecha se pueden tomar medidas efectivas, para mejorar la calidad de vida de estos enfermos o eliminar de forma radical el tumor. 


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